El paso de los años y los factores climatológicos amenazan la conservación de nuestro parquet. Debemos de tener en cuenta que los parquets, sobre todo los encolados, es decir aquellos que están formados por tablillas adosadas pero no unidas y formando diferentes figuras geométricas entre sí, necesitan una especial atención.
Uno de los principales errores está en su limpieza. Nunca debemos abusar del agua para limpiar nuestro parquet encolado. Tan solo bastará con un paño húmedo que absorberá el polvo y hará que nuestro parquet conserve su humedad a la par que recupera brillantez y limpieza.
Para limpiar nuestro parquet encolado, también tenemos que tener en cuenta que algo tan, a priori útil, como el aspirador puede acabar con la brillantez y el buen estado de nuestro parquet. El uso de aspiradores no está aconsejado para limpiar parquets encolados ni cualquier otro tipo de parquets ya que funcionan como una lija que terminan removiendo la capa de barniz.
El uso de la mopa también es un buen truco para el parquet encolado. Algo tan sencillo y barato como una mopa humedecida con agua y con unas gotas de vinagre o de aceite de oliva, es el mejor sustitutivo a los productos abrasivos y que terminan por poner en peligro nuestro suelo.
Y si lo que queremos es eliminar de nuestro parquet manchas más difíciles de sacar, no te resientas. La misma mopa humedecida con vodka te ayudará a eliminar algo tan complicado como las manchas de grasa.