A veces, hay estancias en nuestras casas que debido a su orientación geográfica son más proclives a disfrutar de más horas de sol. La potencia de la luz solar cae con más fuerza en unas habitaciones que otras y esto, a priori, es algo positivo. La luz del sol ofrece un mejor ambiente, fomenta el ahorro de energía eléctrica y da «más vida» a cada una de las habitaciones así como que repercute en una mejora de la calidad de vida de los usuarios o inquilinos de estas estancias.
Sin embargo, el sol también puede jugar en contra de un aspecto importante en toda casa o apartamento que se precie: el suelo y más si este es de parquet. Si nuestro suelo sufre constantemente la presencia de la luz solar debemos aprender cómo proteger el parquet del sol para que este brille como el primer día. No tenemos porqué obstaculizar la entrada de los rayos de luz solar a las habitaciones, solo debemos proteger el parquet del sol y para ello hay unas soluciones tan fáciles cómo eficaces.
Una de ellas, es aplicar a nuestro parquet una protección a base de aceites que tengan filtros ultravioletas, tanto si éste es de interior como de exterior. El uso de unos buenos pulimentos de calidad ayudará a que el color del parquet no sea absorbido con tanta fuerza por la implacable luz solar. Otra de las soluciones es la de aplicar productos pigmentados que aseguran una buena protección sobre los rayos del sol. También, se puede proceder a llevar a cabo un tratamiento de protección tintada donde los pigmentos harán de filtro a la luz del sol.
No obstante hay que tener en cuenta que en aquellas estancias de la casa donde más entre la luz solar y pese a las acciones que llevemos a cabo para proteger el parquet del sol, éste siempre tendrá un periodo de adaptación a la luz de sol. Esto quiere decir que, aunque sin dejar de tener el brillo y el color del primer día, el parquet siempre rebajará alguna tonalidad por culpa de los rayos ultravioletas pero en nuestra manos está el reducir o no el impacto de estos rayos de forma más o menos potente.