El parquet es uno de los pocos pavimentos realmente recuperables. Como en todos los materiales, el paso del tiempo y su uso continuado terminan provocando un desgaste, que en el caso de este pavimento, se puede solventar.
Es importante, si nos decidimos a pulir nuestro pavimento de madera, encontrar a un profesional de confianza y sobre todo que nos ofrezca garantías. El proceso de pulido y barnizado, requiere una cierta experiencia y conocimientos específicos, además de maquinaria.
La capa de barniz destinada a proteger la madera, tiene una vida media de unos doce-quince años aproximadamente, aunque esto dependerá mucho del uso que demos al parquet y su cuidado.
Antes de que la superficie de la madera quede expuesta totalmente al exterior es recomendable iniciar un proceso de restauración para recuperar su estado original. Que se lleva a cabo mediante en las siguientes fases:
Pulido del parquet:
Tanto en suelos nuevos como en viejos hay que lijar antes de barnizar, de forma que se eliminen los resaltes y se obtenga una superficie plana y afinada. En los suelos viejos se deben eliminar a la vez, los barnices antiguos y la suciedad. El proceso completo requiere un desbastado inicial, un lijado intermedio y un pulido final con un grano más fino.
Masillado parquet
Después del segundo pase de lija, se debe observar si el suelo de madera tiene grietas, fisuras o imperfecciones no visibles antes de lijar. En este caso estas se tienen que rellenar con una masilla especial.
Barnizado del parquet
El barnizado consiste en la aplicación, lo más uniformemente posible de barniz al agua sobre la superficie lijada y limpia de la madera.
Para nuestros barnizados, usamos siempre barniz al agua. Comparado con el barniz al disolvente, que ha sido el más utilizado para barnizar suelos hasta hace poco presente una serie de ventajas:
- Es más resistente a la abrasión que el barniz al disolvente y más elástico, lo que previene el agrietamiento
- No huele
- Presenta alrededor de 10 veces menos de compuestas orgánicos volátiles que el barniz al disolvente.
- Da un tono mucho más natural a la madera
- Contiene un filtro UV que previene la degradación de la madera por los rayos solares, conservando más tiempo su color natural.
Disponible en acabados: brillo, satinado, y nature (barniz mate, efecto “madera cruda”)
Barniz urea-formol:
Se dejó de usar hace tiempo, debido a que formaba una capa porosa, que no evitaba que la madera se manchase. Su porosidad, no ofrece la impermeabilidad de los barnices poliretánicos, con lo que el parquet puede llegar a mancharse.
Barniz al disolvente:
El barniz más usado hasta hace no muchos años. Actualmente su aplicación está restringida al uso industrial, por lo que no se debería aplicar en viviendas. La legislación vigente no permite usarlos por su elevado contenido en compuestos orgánicos volátiles.
Estos compuestos orgánicos son los mantienen al barniz en disolución antes de ser aplicado. Al aplicarlo sobre el suelo de madera, se evaporan y permiten que el poliuretano reticule, formando la película de barniz de cubre el suelo. Son compuestos tóxicos que quedan en la vivienda durante un tiempo tras su aplicación y desprenden el típico olor a disolvente.
Su secado es más lento y su penetración en la madera es menor, dando un aspecto “plastificado” y denso que el barniz al agua. Por ello, muchas personas creen erróneamente, que protegen mejor que los barnices al agua. Nada más lejos de la realidad, los actuales barnices al agua de dos componentes ofrecen más resistencia a la abrasión, y son más elásticos, lo que evita que se agrieten.
Preguntas frecuentes sobre el pulido de parquet.
¿Se hace polvo durante el proceso? ¿Qué pasa si acabo de pintar?
Aunque las máquinas de pulido modernas, disponen de sistema de aspiración, el polvo aspirado va a una bolsa de trapo porosa, con lo que algo de polvo acaba escapando.
En cuanto a la pintura, una vez seca, el polvo no queda adherido a las paredes. No obstante, lo ideal es pintar después de restaurar el parquet
¿Puedo vivir en casa mientras dure el proceso?
Si, aunque hay que tener en cuenta que no será cómodo, ya que habrá polvo y el piso deberá estar despejado de muebles
En general para un piso de una superficie normal (entre 40 y 80 m2) lo normal sería tardar tres ó 4 días en pulir y barnizar.
El primer día la madera quedará desnuda, con lo que habrá que descalzarse al entrar, o usar unas zapatillas de estar por casa, para no mancharla.
El segundo día, el suelo quedaría con dos manos de barniz, y ya se podría pisar. Antes de entrar hay que asegurarse que el suelo está seco. Podemos tocarlo con la mano sin llegar a pisar, y si no estuviera pegajoso, podemos entrar. El tercer día se da la última mano. Es la que más tiempo tarda en secar, pero su suele dar por la mañana lo normal y en ese caso por la noche ya habría secado.
¿Qué hago con los muebles?
El piso debería quedar despejado de muebles. Podemos dejar muebles fijos o empotrados que no vayamos a mover, como muebles a medida. Pero hay que tener en cuenta que si algún día decidimos cambiarlos, la zona que no se ha pulido quedará diferente.
Los muebles se intentarán colocar en cocina y baños u otras zonas en las que no haya parquet o no se vaya a restaurar.
En caso que no quepan todos los muebles en baños y cocina, se pueden meter en una habitación con parquet, y dejar el pulido de la misma para cuando se haya acabado el resto del piso, aunque de estar forma corremos el riesgo que se note un poco el límite entre las dos zonas que se pulieron en diferente momento.
¿Cuándo se puede pisar?
Como hemos dicho antes, en el caso del barniz al agua, se puede pisar el mismo día que se barniza, pasadas unas horas. Hay que tener en cuenta que el secado es una reacción química y que su velocidad depende de las condiciones de temperatura y humedad.
¿Hay alguna época del año idónea para restaurar el parquet?
En general, en nuestras latitudes, y más cerca de la costa mediterránea las temperaturas en cualquier época del año son adecuadas para el barnizado.
No obstante, si se puede, conviene evitar días extremadamente fríos, o muy secos y calurosos, ya que el secado tiene un rango de temperaturas óptimo.
¿Cada cuanto tengo que pulir el suelo?
En general, se suelen pulir cada 12-15 años, pero depende mucho de cómo cuidemos el parquet y del uso que le demos, como ya hemos comentado
¿Cambiará el color de mi parquet al pulirlo?
Si, el color del parquet cambia al pulirlo. Este cambio de color es el resultado de la oxidación de la lignina por la acción de la luz UV sobre la madera, un fenómeno denominado fotooxidación.
Dado que la penetración de la luz UV en la madera se ha calculado que es de unos 75 µm (0.075 mm.) al pulir eliminamos toda la capa de madera con lignina oxidada y la madera recupera su color original. El roble, que tiende a amarillear, una vez pulido y barnizado, recuperaría su color original, que es mucho más claro.
En el caso del haya, también amarillea mucho con el paso del tiempo, recuperando su bonito color entre blanco y rosado una vez se ha pulido. Algo parecido pasa con el arce.
Las maderas tropicales rojizas como la jatoba, el doussie o el merbau, adquieren un color rojo muy intenso, igualando mucho el color entre lamas, de forma que el parquet queda muy uniforme, y anodino. Una vez acuchillados y barnizados, se aclaran y recupera los diferentes matices entre lamas.
Los barnices al agua de dos componentes que usamos en Parquets Tejada, contienen compuestos como isocianatos, que absorben las radiaciones UV manteniendo el color natural de la madera.
¿Puedo pulir sólo un trozo de parquet?
Técnicamente no hay ningún problema en pulir sólo un trozo de parquet. El problema es estético. Como hemos dicho antes, al pulir el parquet, éste cambia de tono, pues se elimina la parte superficial de la madera, que es a la que se ve afectada por la fotooxidación.
Así, el límite entre la parte pulida y la no pulida se hace muy evidente, tanto en color, como en textura.
¿Qué resultados puedo esperar del pulido de mi parquet?
En general, si el parquet ha estado bien cuidado, el pulido del parquet lo deja prácticamente como si fuera nuevo.
Las marcas de zapatos, pequeños golpes o rayas, desaparecen con el lijado (a no ser que sean muy profundas)
Tablilla de iroko antes de lijar con rayas superficiales
Resultado de la restauración de la anterior tablilla de iroko
Los problemas difíciles de solucionar, vienen sobre todo en las zonas afectadas por humedad.
La humedad penetra en la madera en todo su grosor. Como el lijado sólo elimina una parte superficial de la madera, eliminar esas manchas, suele requerir la reposición de las piezas afectadas.
Es muy típico de suelos de madera, fregados con exceso de agua, que las juntas se acaben ennegreciendo. El lijado, no sólo no elimina este efecto, sino que al aclararse el color, el contraste con el resto de la lama es mayor, y se ve más.
Otro efecto muy típico es el que produce el orín de las mascotas, que todavía más visibles en el parquet.
Manchas de orines en el parquet. Para eliminarlas, hay que cambiar las piezas afectadas.
